Muy buenas a tod@s, espero que sigáis bien, yo pasando un fin de semana estupendo pegado a la lumbre y echándole carnecilla cada vez que el apetito aprieta, o lo que es lo mismo, en la gloria.
No hace mucho (unos dos meses) me despedía desde estas líneas del inefable ex gerente del área sanitaria y del Hospital. Hoy toca despedirse de otra persona, pero no recordando malas actuaciones o gestiones, sino todo lo contrario, agradeciendo inmensamente todo lo que durante ocho años ha hecho por el Hospital, por la calidad de los servicios sanitarios en Baza y por nuestra ciudad en general a Amador Jiménez Pizarro, responsable de la sección sindical de UGT durante este periodo, y Presidente a ratos de la Junta de Personal del Hospital.
Amador cumplió con lo que tantas veces dijo y el pasado martes dejó su responsabilidad sindical en el Hospital. Hoy día, ya sólo decir que una persona deja una responsabilidad cuando dijo que iba a hacerlo nos habla de una persona que no es de las “normales”, sino de una persona que se cree lo que dice. Que intenta vivir cómo piensa, y no pensar cómo vive, que no es poco en absoluto. Por lo tanto, nos encontramos ante una persona que no es “corriente”.
En estos años ha estado continuamente peleando contra los recortes (sí, recortes con todas sus letras, aunque a Susana no le guste) que hemos ido sufriendo en el Hospital. A veces saliendo triunfador y otras veces no, pero nunca por mirar a otro lado y dejarlo pasar. Con él, junto con otros, hemos visto Primeros de Mayo en Baza como hacía años que no veíamos. Se ha creído tanto su labor de defensa de nuestra tierra que era de esos delegados “incómodos” para sus compañeros granadinos y sevillanos, porque no dejaba pasar una.
Para mí, personalmente, han sido unos años de trabajo a su lado estupendos. Siempre hemos estado al día de lo que pasaba, siempre hemos sabido estar trabajando juntos pero cada uno en su lugar y ámbito… y ese tándem (con ayuda de algún@s más) ha dado más frutos de los que pensáis, algunos de ellos no llegaréis a conocerlos porque, tanto él como yo coincidimos en que lo importante no son las medallas, sino conseguir el objetivo final… Aunque nadie sepa lo que has hecho por conseguirlo.
Compartimos encierro en el ayuntamiento contra los recortes, primeros de mayo en Baza y en Cúllar, manifestaciones y concentraciones por la calidad asistencial… y por último toda la movilización contra el cierre de las urgencias de atención primaria. Pero no sólo eso, Amador no se queda sólo en lo sanitario: con él montamos la proyección de “Las maestras de la República” en el Ideal, y estamos intentando traer una importante exposición sobre la educación durante la II República.
Por último, cuando ha sido necesario, hemos podido apoyarnos el uno en el otro cuando han venido mal dadas, cuando las cosas se torcían. Hemos sabido escucharnos y decirnos todo lo necesario con respeto y educación, aunque fueran cosas que no eran fáciles de decir. Creo que pocos somos conscientes de lo que nos hace falta gente como él en esta Baza que poco a poco se apaga, y de lo que perdemos con su marcha de la sección sindical. Cierto es que ahí quedan Esther y Ray, Esther lleva años siendo su compañera de batallas y está más que preparada, Ray debe traer la fuerza y la ilusión de quien empieza… Espero poder trabajar con ellas como con Amador, y que mantengan esa línea de trabajo impecable que hemos disfrutado durante todos estos años. Estoy seguro de que así será.
Y a ti, Amador, decirte para terminar que, aunque te pese, no te puedes ir a tu casa y ya está. Que haces falta para que entre tod@s hagamos una Baza mejor, una Baza que nos merecemos y que ahora mismo estamos perdiendo. No sólo eras delegado sindical, eres un activista social y eso no se deja de ser nunca, así que sé que te encontraremos cada vez que haga falta defendiendo tu pueblo. En las luchas nos vemos, amigo.
Me dejo muchas cosas sin decir, pero me alargo y creo que os habéis hecho una idea general de por qué lo vamos a echar de menos…. Disculpad los olvidos y quedaros con la intención de esta carta: es de bien nacidos ser agradecidos, y Amador merecía estas letras… igual que otros merecieron otras más amargas.
Un abrazo
Juanra