Normalmente estas cartas os las escribo a todos, pero hoy me vais a permitir que la dirija solo a una persona, al TitoPrimo Vale, Valentín Castillo Navarro que desgraciadamente falleció ayer. Valentín sólo para que os hagáis una idea, era artesano, artista polifacético especializado en la mezcla de diversos materiales sobre todo de segundo, tercer e innumerables usos. Estaba exponiendo estos meses en importantes galerías de arte, recibiendo bastantes premios y reconocimientos por su obra. Casi todos lo conoceréis por sus brujas, una de las cuales está en el exterior de la tienda La Bruja de Plata de nuestra ciudad. Pero más allá de eso, era la mejor persona que he conocido nunca, y es por lo que más lo conocemos y reconocemos quienes le queríamos.
Vale, imagino que lo sabrás pero te vamos a echar mucho de menos… ya no escucharemos tu voz, tus diversos personajes desde LooNochee al duendecillo travieso o la niña muerta, tus bromas, muchas veces acertadas y otras pasadas de rosca, todo hay que decirlo… pero te las pasábamos todas ya que sabíamos lo buena gente que eras, que detrás de ese a veces desbordado sarcasmo, se encontraba la persona que siempre que pudiera nos iba a hacer el favor que necesitáramos si estaba en tu mano.
No sé si eres consciente, porque creo que ni siquiera tu llevabas la cuenta, de la cantidad de huérfanos y huérfanas que dejas. Has acogido y prestado “asilo diplomático” a innumerables personas, raro era el mes del año en el que no tenías a alguien acogido en tu casa, da igual de dónde, da igual cuál fuera el problema que tuviera. Personas a las que ayudaste y marcaste para toda la vida, al igual que a tus compañeros de los mercados medievales, que se han pegado todo el día llamando a Manolín para saber qué había pasado.
Lograste convertir tu casa, ese sanatorio en el que tantos curábamos nuestras heridas, bien acogidos por meses bien en largas tardes en las que hablábamos de todo, en el hogar que tú querías que fuera, lo que para los demás se ha convertido prácticamente en un museo, tu obra de arte más grande y colosal. Ya sé que para ti era eso, tu hogar como tu lo entendías y lo querías, pero ahí queda toda una obra de arte en las Siete Fuentes, quiero que lo sepas.
TitoPrimo, a tu numerosa familia también nos dejas huérfanos. Padre, tíos y tías, tus dos hermanos, los primos y las primas… los amigos y amigas… no sé cómo nos vamos a apañar. Lo haremos, porque no queda otra y porque tu así lo quieres, y si no lo hacemos eres capaz de hacernos una visitilla para convencernos. Conste que en parte hemos hecho lo que querías, y hemos bridado en el ritual del ponche por ti, que no se diga, no te enfades.
El mundo es hoy un lugar mucho peor que ayer sin ti Vale. Es peor porque estabas en un momento creativo extraordinario, y nos vamos a quedar sin poder ver todo lo que tenías por entregarnos con tus creaciones en los muchos años que deberían haberte quedado de estar con todas nosotras. Y terriblemente peor porque una de las personas más desprendidas y generosas que he conocido en mi vida, ya no está entre nosotros. Queda todo lo que nos enseñaste, esa lucha por querer vivir como uno quiere, no como nos quieren imponer.
"Devastación"
Nos queda todo lo que nos entregaste. Esa visión del mundo que no entendía de partidos políticos si no que ponía al ser humano en el centro, al humano como un ser libre, que pudiera elegir de qué manera quería vivir y en la que todas las personas tuvieran sus medios de vida garantizado, además de un acceso a la educación y a la cultura asegurado, pero lejos de prácticas elitistas. Esa comunión con la naturaleza que siempre has tenido, y que desarrollaste aún más en aquellos 2-3 meses en Puerto Rico. Tus animalillos de los que siempre estabas rodeado, y a los que nunca les faltó de nada aunque tu estuvieras con menos de lo preciso.
Hoy te decimos adiós, más bien hasta pronto. Es más un hasta luego que un adiós. Lo haremos a las 13.00 horas en la capilla del Tanatorio Múñoz, el de la carretera de Benamaurel. Será más o menos como tu querrías (como entendemos que tu querrías, porque de cómo querías que fuera esta despedida no nos dijiste mucho). Estaremos allí muchos de tus huerfanitos y huerfanitas.
Hasta luego Vale… TitoPrimo, nos veremos cuando llegue la hora. Te queremos. Mucho, mucho.